SALVACIÓN

Tras años de letargo y sumisión, la princesa despertó a un mundo nuevo.
_ ¡Abre los ojos y contempla el arco iris tras las montañas!
La voz venía de su interior. Venía de la luz que emanaba en su fuero interno. El alma que nunca quiso dejar de ser libre.
La barca que surca las aguas. La barca que porta la vida. Las aguas que se amansan en un momento de calma.
Desperezándose. Elevando los brazos al cielo ya no tuvo que implorar nunca más que la perdonaran el destierro.
Los hielos se habían derretido y el cauce del rio estaba repleto. La plata de los sueños brotaba y rayos de alegría lanzaba.
_ ¡Sal, descubre la vida que estaba oculta, vive!
Y alzándose las enaguas de encajes que bordaran sus manos, los pies dejaron de estar descalzos. La sangre corría por sus entrañas. Estaba viva. Estaba llena de alegría.
Se abrió el cofre de la esperanza y comenzaron a salir sus dones. Dones que le regalaban un baile, una canción y montones de letras para componer un verso.
Comenzaron a dibujarse cuadros llenos de color y las sombras fueron desapareciendo. El mundo. El universo. Las estrellas la estaban diciendo. Navegar era lo mismo que atravesar el infierno. Salir de Hades y resurgir entre llamas para el renacimiento.
_ ¡Camina y recorre la senda de los sueños que fueron escritos en tu cuaderno!
Puntos y a parte que firman el comienzo. Los finales tienen la encomienda de dejarlos atrás y no girar la cabeza. Sin impedimentos de rocas ni vientos.
Los huracanes revolvieron las pajas de los campos. Las tempestades hundieron las otras barcas. La ira quedó apaciguada por la paciencia. La bendita paciencia que dio sus frutos más jugosos y más hermosos.
Los testigos aplaudían la gracia divina y las alas crecían y las pisadas dejaban sus huellas marcadas. Las huellas que se dejan en la vida.
_ ¡Vive!
Le repetía la voz del alma. Nada está perdido. Todo tiene un comienzo. La recompensa se encuentra en la paz que da la libertad.
La libertad de las cadenas rotas a base de constancia y energía depositada en los hierros de la calentura.
La cordura que se restaura en cada membrana, en cada anillo, en cada aldaba que se aporrea con ganas.
Y de cada ala que le salió, una mariposa apareció. Y cada una de ellas llevaba una misión que tenía que depositar en aquel corazón. Llevarla a tierras lejanas que nunca estuvieron fuera del alcance de su mano. Extendió la mano y miles de otras se aferraron a ella para tirar y tirar y sacar del pozo de la desesperación.
Y el reloj dejó de marcar las horas para perpetuar el momento y dejar plasmado aquel evento que la devolvía, ya no sólo por un momento si no para siempre, a la libertad que daba alma tiene desde que comenzara a deambular por las tierras humanas.


2 respuestas a “SALVACIÓN

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